domingo, 29 de octubre de 2017

LA BRUJA EN LA TRADICION ORAL PANAMEÑA


Dra. Leda Abril Moreno, Vicepresidenta de la Academia Panameña de LIJ


Al Anochecer

Luna dame tu quietud
Para así querer dormir.

Bruja dame tu nariz
Para así saber volar.


Madre dame tu piedad
Para así poder soñar.
(Leda Moreno, La Ciudad de las Letras, 2010)












¿Hay un lugar para las brujas en la literatura infantil panameña?
La bruja, en la literatura arquetípica representa el lado negativo de la gran madre. la dadora de vida. Saiz Galdós (SG, 2007) [1] nos muestra como los arquetipos femeninos descritos por Carl Jung permiten el estudio de las representaciones iconográficas de la mujer. Según esta teoría, la bruja cristaliza el miedo de lo masculino frente a lo desconocido que representa lo femenino. La bruja en su extremo más negativo es la hechicera, la envenenadora, la asesina, la psicópata. La literatura griega nos relata el mito de Medea hija de un rey y hechicera, mujer de Jasón a quien ayuda a robar el vellocino de oro, junto con los Argonautas. Jasón a pesar de casarse con ella, eventualmente la abandona, y este hecho hace que Medea mate a sus dos hijos.
La literatura infantil panameña, a diferencia de otros países, se encuentra matizada todavía por rasgos de "lo políticamente correcto" que no permiten la existencia de escritos específicos sobre brujas.  La bruja como elemento arquetípico siempre ha existido en la sociedad panameña, mediante la figura de la Tulivieja o Tepesa. El nombre Tulivieja [2], tiene su origen en el tule, que en las lenguas mesoamericanas se refieren a especies de juncos o bejucos. Dicho bejuco constituía en la tradición oral, una defensa contra un monstruo llamado en el mito bríbrí: Itso, un ser de inframundo, cuya historia sería una adaptación de la tradición oral española de la Llorona. La versión Ngabe-Buglé, denomina a este mismo personaje, la   Tepesa. Cuenta esta versión que un español enamoró y embarazó una indígena. Esta parió su hijo en un rio de la montaña, donde lo tiró. Entonces Dios le habló desde lo alto y la maldijo diciéndole: " Este pecado te pesara y desde ahora llorarás para pagar tu culpa”. Así quedo transformada la Tepesa en un monstruo, vagando por los ríos. En todas estas leyendas existen elementos en común: la pérdida de un hijo, la deformidad corporal pasando de una mujer bella a un monstruo, la culpa, el ataque por rabia, el odio por los hombres. Existen otras versiones populares [3]:  La primera es sobre una muchacha del interior de gran belleza que amaba un joven de su pueblo, de este amor prohibido nació un niño que ahogó al río para ocultar su falta. Dios la castiga, condenándola a buscar su hijo por la eternidad. Otra versión habla de una mujer que fue a un baile, dejando a su hijo solo. Este se perdió y ella llora buscándolo. En Panamá, hay versiones escritas de la historia: Luisita Aguilera: Tradiciones y Leyendas Panameñas,1956, 1999. La Tulivieja. Juana Oller de Mulford: Tradiciones y Cuentos Panameños 1968, 1986. La Tepesa.
En el siglo XX, en la sociedad panameña se celebraba el 31 de octubre, la fiesta de Halloween o Noche de brujas, principalmente debido a la influencia física norteamericana. Tanto niños como adultos, principalmente de la capital, se disfrazaban y acudían a fiestas, así como en algunas áreas a solicitar confites y pastillas. Las presiones religiosas y la partida de los estado-unidenses han hecho que se abandone en gran parte, esta práctica Las brujas son tildadas de seres nefastos que contaminan la psique de la juventud, suprimiendo este elemento de la LIJ panameña actual, como elemento protagonista.
¿Qué nos aportan las brujas? En su estado ideal y equilibrado, las brujas nos transmiten el elemento de magia, que también puede ser transmitido por las hadas. Nos enseñan la alquimia, la transmutación, En su estado desequilibrado, nos transmiten destrucción. La hipótesis de Medea, acuñada por el paleontólogo Peter Ward, nos muestra que Medea es la Madre Tierra y nosotros, la vida multicelular somos sus hijos, que en varias ocasiones hemos sufrido extinciones en masa [4]. En una era donde enfrentamos el cambio climático, catástrofes naturales, contaminaciones, inclusive infanticidios o abortos, la transmisión del mito de la Medea, permite impregnar el inconsciente colectivo, con la información de que la vida es frágil y que podemos enfrentar transformaciones profundas como colectivos que involucren eventos de destrucción. La transmisión de historias que contengan brujas nos permite integrar elementos de magia, importantes en una fase del desarrollo infantil y conocer mediante contraste, tanto el bien y el mal, así como las consecuencias de conductas negativas.
La tradición oral, decantada mediante siglos, permite transmitir elementos vitales para la sociedad y eliminar los innecesarios, tal como indicó Bruno Bettelheim en su libro, Psicoanálisis de los cuentos de Hadas (Bettelheim 1977) [5]. Entonces, la transmisión del mito de la Tulivieja/Tepesa todavía tiene sitio en la sociedad panameña. Permite la convivencia humana, como lo hicieron nuestros ancestros en las fogatas, permite reforzar patrones de conductas y afrontar miedos.

 

 Entre nuestros grupos indígenas, todavía se da la transmisión oral del mito de la Tepesa/ Tulivieja. La Señora Hilda Sarco es de la etnia emberá. Reside en Panamá como doméstica hace muchos años. Fue entrevistada el 15 de septiembre 2017.
La Autora: Hilda. ¿Conoces tú el cuento de la Tepesa?
Hilda Sarco: sí
La Autora: Lo conoces de Panamá o del Darién.
Hilda Sarco: Del Darién. Mi papá me lo contó de niña. Un tío mío la vio. A la Tepesa le robaron un hijo. Es una mujer alta, delgada, de cabellos largos y lo busca en los ríos.
Es más, la escuché una noche en mi casa ( Samaria, San Miguelito) a las dos de la mañana. Mi esposo me despertó y me dijo: escucha....
La Autora: ¿Y cómo sabes que es ella?
Hilda Sarco: Sé cómo llora. Hace uuuuuuu....grrrrrrr .
Detrás de mi casa hay una quebrada. Siempre busca a su hijo por los ríos. También le gusta buscar camarones. Otra vez se trepó por el techo. Los perros le ladraban.
La Autora: ¿Pero nadie la ha visto?
Hilda Sarco: A mí me dio miedo salir. Pero en el Darién mi tío una vez la vio. Mi tío camaroneaba de noche y la vio de frente. Tiene el rostro feo. En un segundo se desvaneció. Eso fue en el Rio Teteral. Yo nací más allá del Teteral, en la confluencia con el río Luca.

Conclusión

Elementos socio culturales han inhibido la escritura de cuentos, novelas y otras obras que rescaten el arquetipo de la Bruja en la LIJ panameña, sin embargo, este arquetipo ha persistido en el inconsciente colectivo mediante la transmisión del mito la Tulivieja/Tepesa. Su estudio dentro de un contexto global nos permitiría relacionarlos con aspectos importantes en nuestro contexto socio cultural como son el cambio climático, el maltrato a la infancia y el afrontar miedos.

 

 

Referencias

[1]
Saiz Galdós, Jesús, et al. (2007). De Moscovi a Jung: El arquetipo femenino y su iconografía. Athenea Digital [Acceso: 06.10.2017]
[2]
Wikipedia. La Tulivieja. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tulevieja [Acceso: 05.10.2017]
[3]
La prensa: Tuliviejas duendes y Silampas. Recuperado de:  https://www.prensa.com/Tuliviejas-duendes-silampas_0_1045395608.html

[4]
Wikipedia. The medea hypothesis [Online]. Recuperado de: https://en.wikipedia.org/wiki/Medea_hypothesis [Acceso: 06.10.2017]
[5]
Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de Hadas. Barcelona, España. Editorial Grijalbo. 1977.


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