martes, 26 de junio de 2018

LA AUTO IMAGEN EN LA LITERATURA INFANTIL AFRO.



Leda Abril Moreno, vicepresidenta APLIJ.



        YO

El sol comanda
los planetas siembran
mientras yo duermo.
Me arrulla el sueño
que soñaron mis padres
yo niña-imagen.
La luna gira
nos miramos dormidas
ojos cerrados.
Yo niña imagen
yo niña luna
yo niña
yo.                     
                                                           Leda Abril Moreno (La Ciudad de las Letras,2011)




 De niña muchas veces bailé “ballet” frente al espejo del salón de clases.  El espejo me reflejaba una imagen que logré interiorizar como mi aspecto físico.  Había muchos cánones que cumplir y ya de niña me estresaban, desde el cabello recogido, hasta la postura, pasando por el peso. Ahora de adulta parada nuevamente frente al espejo y siendo mestiza, me he preguntado   muchas veces: ¿Quién es aquel que nos dice quiénes somos? ¿Es uno mismo o es el entorno? ¿Somos reflejos de un Yo más profundo o del colectivo?  
Se dice que, así como la literatura representa la identidad cultural o el colectivo de donde emerge, la literatura es también capaz de construir o producir esta misma identidad.  [1]. La identidad propia forma parte de la identidad cultural de un grupo, pues nos permite ubicarnos dentro de esta colectividad.  Hay un aporte importante de la literatura infantil y juvenil, puesto que el lector está desde el nacimiento formándose una imagen de sí mismo con respecto a tres aspectos:
·         cómo lo ven los demás,
·         cómo percibe que lo ven los demás,
·         cómo se mira a sí mismo.



La literatura infantil y juvenil es parte del proceso del reconocimiento de sí mismo, contribuyendo palabra tras palabra, y situación tras situación, en la creación de esa conciencia del yo.
El poema “Me gritaron negra” de la escritora  Victoria Santa Cruz (Perú 1922-2014 ) [2] de la cual exponemos un extracto, explora el mismo aspecto de la entronización de la negritud en la infancia: Cómo nos ven los demás y cómo nos reconocemos a nosotros mismos.
Tenía siete años apenas,
 ¡Qué siete años!
¡No llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle me gritaron
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
 ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! “
¿Soy acaso negra?”- me dije ¡SÍ!
“¿Qué cosa es ser negra?”
¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía.
 ¡Negra!
Y me sentí negra,
¡Negra!
Como ellos decían
 ¡Negra!
Y retrocedí
¡Negra!
 Como ellos querían
 ¡Negra!......
Escribir sobre una literatura infantil y juvenil identificada como " afro" en nuestro medio es sumamente difícil, en un país donde gran parte de la población encuestada en el censo Nacional negó raíces afro.  Resulta complejo puesto que, un panameño cualquiera, adulto o niño, puede a la vez ser afro, hispanohablante, angloparlante, católico, episcopal, latinoamericano, de raza mixta, capitalino de abuelos interioranos o del extranjero. Para conectarse el niño o el joven a una identidad afrodescendiente, debe hacerlo con los testimonios, historias, autobiografías, memorias, o los textos que toquen temas comunes al grupo afro.
La imagen reduccionista del blanco español desde el siglo XVI, homogeneizó el “negro” importado a América desde África, a ciertas características físicas dadas por color de la piel, cabello, contextura, rasgos, desconociendo una cultura múltiple, rica e idiomas diversos. Un sistema de castas simplista tipificaba las mezclas raciales y daba supremacía a los que más se semejaban a los blancos. Luego de la   ola de inmigración afroantillana desde finales del siglo XIX, la constitución de 1941 les prohibió a los inmigrantes negros ejercer su idioma natal (el inglés de las Antillas), al instaurar el español como única lengua oficial Reconstruir la identidad propia 500 años después es prácticamente imposible. Para identificarse con la imagen de nuestros ancestros negros, es necesario remontarse a las tradiciones orales del Palenque y rescatar sus historias, regresar a las costumbres de las Antillas y los primeros textos que escribieron, o exponer a nuestros niños a textos que resalten la imagen del negro de donde sea su origen. Muchos de esos textos son inéditos o se perdieron en el tiempo. Somos parte de la cultura occidental y ya desde Aristóteles y Platón se explora el concepto de belleza, refiriéndose básicamente al atractivo físico antropomórfico.  Este artículo no pretende confrontar el concepto de belleza con el de identidad, pues con un país de apenas 115 años de existencia, a duras penas nos queda una literatura contemporánea la   que refleje nuestras imágenes actuales de la identidad afro para niños.
Carlos Francisco Changmarín, uno de los mayores exponentes de la LIJ panameña escribió [3]:
NEGRO SOY DE PANAMÁ.
Negro soy del Marañón,
negro de Guachapalí,
negro vengo calle abajo,
negro desde que nací.
Yo soy hijo de una negra,
con un negro de San Miguel.
Negro por parte de padre,
también por la madre de él.
Negro estuve y negro fui,
negro crecí y negro estoy,
negro lucho hasta la muerte;
negro con ella me voy.
Negro vine de los mares
en la noche colonial,
negro como no hay ninguno
y más negro en el canal.
Yo no gimo, yo no lloro
yo no me quejo de mí
aunque de negro me muero
desde el día en que el mundo vi….
Dicho poema ha sido criticado en la obra Rapsodia Antillana, por el autor Luis Wong Vega (Wong Vega, 2013) [4], editor de compilación de poemas bilingües para adultos de autores afroantillanos. Wong, considera que se estereotipa al negro como dado al folclor, al baile, y a la música, bajo la óptica de un autor no-negro.  Igual hemos opinado del poema Incidente de Cumbia de Demetrio Korsi en artículos anteriores.  Sin embargo, al utilizar imágenes, lugares, y la palabra “negro” creemos que el   poema de Changmarín sí da punto de ancla para identificar las raíces. Este tipo de poemas es necesario, aunque a veces no nos guste, pues la escritura por parte de un autor no- afrodescendiente, explora cómo lo ven los demás.
El recurso más utilizado es el color de la piel, por lo que varios autores han escrito sobre el “chocolate”.
Mariela Cruz, escritora puertorriqueña, escribe en 2017 Chocolatino sigue instrucciones. (Cruz, 2017), [5] es una variante del “Hombre de Jengibre”. Una abuela hornea un postre que se antropomorfiza en un niño.  El personaje principal es de “chocolate”, lo cual le da la característica de la piel oscura.







Hay obras que tratan de cómo nos ven los demás, utilizan el contraste: entre un personaje de tez clara o blanca y otro de tez oscura o chocolate.  Poco se adentran en la introspección de sí mismo y están dirigidos a niños en edad escolar temprana (menos de 8 años). Muestran el asombro muto de reconocer el otro como opuesto y similar a la vez. No han sido escritos por afrodescendientes directos.


Chocolate y Merengue, de Enrique Martínez escritor cubano radicado en México e ilustrado por Ricardo Cie, escritor e ilustrador venezolano (Martínez/Cie 2013) [6] narra de manera divertida, la historia de dos niños que se encuentran por primera vez con su par de raza diferente y las experiencias que derivan de esta confrontación. Explora el “color” a través de un “sabor”, donde inicialmente estos niños se muerden a para probarse, pero eventualmente se tornan amigos.


Niña Bonita, de Ana María Machado ilustraciones de Rosana Faria (Machado,1994) [7] relata de una manera poética el concepto de belleza, donde un conejito (blanco) se enamora de niña bonita (negra) y le pregunta de manera reiterativa: ¿cómo haces para tener la piel tan negra y tan bonita?  Niña bonita inventa varias teorías, que si tomó mucho café, que si se manchó de tinta, etc., hasta que la madre e interviene que Niña Bonita es igualita a su abuela (y a sus otros familiares).


En esta categoría cae el Romance de la Niña Negra, de Luis Cané ( Argentina 1897-1957), adelantado a su época, pues este poema también expresa el bullying. [8] 
EL ROMANCE DE LA NIÑA NEGRA.


… Las otras niñas del barrio
juegan en la vereda;
las otras niñas del barrio
no quieren jugar con ella.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un silencio sin lágrimas,
lloraba la niña negra….

Dos libros norteamericanos, ambos en inglés, merecen nuestra atención, pues avanzan hacia interiorizar los sentimientos del niño “afrodescendiente” . Exploran en el niño como se mira a sí mismo. Dado que la población infantil Afroantillana habla inglés su lectura no posee problemáticas.

Chocolate me (Chocolate yo) de Taye Riggs, ilustrado por Shane W. Evans (Riggs, 2015) [9] explora los sentimientos que enfrenta un niño "chocolate" al ser tratado diferente por sus compañeros y como la madre le levanta la autoestima que le permite hacer amistad con sus compañeros, en analogía con el dulce chocolate.








 El cabello como símbolo de identidad es sumamente importante en el afrodescendiente.

Nappy Hair de Carolivia Heron (Heron, 1997), [9] ilustrado por Joe Cepeda narra en primera persona, basado en las experiencias de la autora tanto en su niñez como en la Universidad de Harvard, como su propia familia se entrometía en su peinado afro en las reuniones familiares. Esta escrito al ritmo de la tradición afroamericana de llamada y respuesta.




Para las mujeres afrodescendientes, el cabello es uno de los símbolos más representativos de la identidad. Por siglos su belleza se obligó a ocultarse bajo pañuelos. En la época colonial las trenzas dibujaban las rutas de escape para los esclavos.  Melva Gooding en su libro Afrodescendientes en el Istmo de Panamá (Gooding, 2016) [10], cuyo traje nacional es la pollera cuya cabeza se engalana con tembleques, tiene el origen humilde en las flores que adoraban las cabezas…. “la mujer negra fue diseñadora en las prendas que se utilizaban en el cabello...”  Sin embargo, el ritual de alterar el cabello “afro” para seguir estándares occidentales, se sigue dando diariamente pues las niñas son expuestas a modelos que les indican que su cabello natural es “malo”.
Miselle Gofman es una autora panameña residente en Nueva York. Su Libro en inglés, I absolutely love my curly hair- Yo amo absolutamente mi cabello rizado (Goffman, 2017 ) [11]  , marca un hito en la LIJ para afrodescendientes panameños. Miselle escribe una historia de amor y autoaceptación, basada en la experiencia de su hija cuando aprende que su cabello, aunque diferente, es hermoso.









Mary Grueso Romero, autora colombiana, es quien mejor ha sabido capturar en nuestro país vecino el auto reconocimiento de las niñas afrodescendientes.  En su obra, La Niña en el Espejo (Grueso Romero, 2010) [11], una niña negra, Alba Rocío, quiere verificar si es tan bella como dicen los demás, se reconoce bella frente al espejo y se da cuenta que es igual que su madre.   El libro está ilustrado por Vanessa Castillo.





Su cuento La Muñeca Negra, (Grueso Romero, 2011) [12], relata la historia de una niña que anhela una muñeca, como ella. Después de mil peripecias, su madre le hace una de trapo. Según escribe la misma autora, La muñeca negra es un ejercicio de inclusión
y reconocimiento de la estética de la etnia
afrodescendiente. Este libro puede leerse en línea y es interactivo.

 

 

 

 Conclusiones.
 La formación de la autoimagen es un proceso complejo. Vivimos en una cultura eminentemente visual en este siglo, por lo que la imagen propia y la reflejada en los demás es importante tanto para el individuo como para el colectivo. Como grupo, el Afrodescendiente, heterogéneo y con raíces comunes al mismo tiempo, ha recorrido un largo camino en estos 500 años, con gran pérdida de sus símbolos, tradiciones e imágenes que permiten que el niño y la niña afrodescendientes adquieran una identidad propia y con la cual se identifiquen frente a un espejo. Sin embargo, empiezan a emerger en este siglo autores y textos tanto en español como e inglés que ayudan a rescatar y reconstruir esta misma identidad cultural y personal. El hecho que la población Afroantillana panameña habla inglés les abre un abanico inmenso de posibilidades en un mundo globalizado. 

 

Referencias:

  1. MANSILLA TORRES, Sergio. Literatura e identidad cultural. Estud. filol. [online]. sep. 2006, no.41 [citado 19 junio 2018], p.131-143. Recuperado de: <http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-17132006000100010&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0071-1713.: [Acceso: 08.06.2018]

2.       SANTA CRUZ, Victoria. Me gritaron negra.  Recuperado de:  http://www.radioafricamagazine.com/me-gritaron-negra-victoria-santa-cruz/ [Acceso: 18.06.2018]

3.       CHANGMARÍN, Carlos.   Negro Soy de Panamá. Recuperado de https://panamahistoriayfolclore.wordpress.com/2011/12/07/negro-soy-de-panama-chang-marin/. [Acceso: 18.06.2018]

4.       WONG VEGA, Luis: Rapsodia Antillana la otra poesía panameña, página 26; recuperado de: http://thesilverpeoplechronicle.com/wp-content/uploads/2013/12/Rapsodia-Antillana-CILC-151113-Ppt.pdf# [Acceso: 18.06.2018]

5.       CRUZ, Mariela. Chocolatino sigue instrucciones.  Editorial Raíces, Puerto Rico. 2017.

6.       Martínez, Enrique y Cie, Ricardo (2013). Chocolate y Merengue. Guatemala, Guatemala: Amanuense, S. A.

7.       MACHADO, Ana. Niña Bonita. Ediciones Ekaré. Venezuela 1994.

8.        CANÉ, Luis. Romance de la niña negra. Recuperado de:  http://www.rcadena.net/negra.htm [Acceso: 18.06.2018]

9.       Taye Diggs. Chocolate me. New York: McMillan.2015.

10.   GOODING, Melva.  Afrodescendientes en el Istmo de Panamá. Pág. 78. Editora Sibauste, Panamá. 2016.}

11.   GRUESO ROMERO, Mary.  La Niña en el Espejo. Apidama Ediciones, Colombia. 2011.

12.    GRUESO ROMERO, Mary. La Muñeca negra. Edición Digital. Apiadama Ediciones, Colombia 2011.    Recuperado de:  https://maryromero.webcindario.com/


jueves, 8 de febrero de 2018

FRACASOS Y EL 9 DE ENERO. LA LITERATURA INFANTIL MARCA LA PAUTA.


¿Tiene el desconocimiento de la historia algo que ver con nuestros fracasos estudiantiles? Mucho.  Sólo quien sabe de dónde viene, puede vislumbrar hacia dónde va, mantener una postura y visión firme en la vida.
El fracaso del sistema educativo es el fracaso de la sociedad panameña, pues en el sistema educativo participan tanto los educadores, los estudiantes y las familias. Las cifras muestran 41 mil estudiantes fracasados, en su mayoría de primaria. En el portal del Ministerio de Educación, puede leerse que lo causan: pobre comunicación de padres, hijos y docentes, factores económicos o la no aplicación de técnicas modernas.  Muchos intelectuales y escritores panameños han opinado que las reformas curriculares realizadas a un sistema anacrónico fueron "parciales" y excluyeron materias humanistas.  Fechas como el 9 de enero, la Masacre de Albrook, el Viernes Negro, la Invasión y la Reversión del Canal, pasan desapercibidas. Criticamos la falta de ortografía, vocabulario, ética y valores. La apatía estudiantil actual, frente a los problemas de corrupción, ecología y violencia es evidente.   Existe una deficiencia importante de recurso humano, relacionada con la globalización y tecnología. La reforma curricular fue calificada como desarticulada y sin bases filosóficas propias. Parecemos no recordar que la filosofía de la liberación latinoamericana, expuesta por Enrique Dussel, en 1975, apunta a una utopía liberadora. Esta liberación plantea, una descolonización curricular, pues como está planteada la enseñanza actual y sustentada por organismos tales como UNESCO o la OEA, formamos operadores de inventos y conocimientos de los países del primer mundo. Dussel sustenta así, que, en los países de América Latina, prácticamente no hay innovadores o inventores. Utilizar las notas como único indicador, es minimizar los problemas del estudiante panameño. 

 Conocer nuestra historia nos da un sentido de pertenencia, de nuestros orígenes y dirección, como nación. Los escritores panameños siempre han sostenido una postura vertical frente a la historia. Existe mucha poesía y pocos cuentos o novelas para la infancia y la juventud, que permita un abordaje literario a nuestra historia. Destaca el libro “Te cuento una historia” de las escritoras Irene de Delgado y Telsy Sánchez (ID y TS, Panamá 2016)1, donde se mezcla fantasía y realidad para relatarnos hechos fundamentales de la nación panameña. Hechos como el Avistamiento del Mar del Sur, las Ferias de Portobelo en la época colonial, así como todo lo relacionado con el Canal de Panamá, eje central de nuestra geopolítica como nación son relatados mediante los viajes de un niño soñador, José, mientras junto con él recorremos las páginas de esta novela. En su página 138, tiene un pequeño capítulo llamado “El 9 de enero”, donde relata los hechos acontecidos a los estudiantes panameños para recobrar la soberanía en la antigua Zona del Canal. Un grupo de estudiantes quiso hacer cumplir la ley y colocar la bandera panameña en una escuela de la Zona del Canal, los confrontamientos llevaron a 500 heridos y 21 mártires panameños. El 9 de enero, también re definió el curso de la historia, de manera tal que hoy Panamá es soberana en todo su territorio. La celebración del 9 de enero cae para la mayoría de las escuelas en vacaciones de verano, por lo que son necesarios estos textos, desde un ambiente ligeramente lúdico y estético, como lo es este libro, que permita que más jóvenes y niños se reconecten con nuestras raíces.


La mayor colección de poesía y contenido grafico lo ubicamos en el sitio de Panamá Poesía2.  Algunos poemas encontrados sobre el tema no son para la infancia, tanto por su contenido como su técnica literaria.   Allí se puede leer el poema 9 DE ENERO, del Poeta José Franco, de su libro Fábulas Infantiles ( JF, 2004), nos ha parecido un poema hermoso para transmitir a nuestros niños y jóvenes los hechos.
9 DE ENERO
Nueve de enero. ¡Estudiante!
¡Patriota de sangre ruda!
Muerte cobarde es la cruda
realidad avergonzante.
Violento en puño sangrante
izaste tu corazón,
cuando nuestro pabellón
flameó en su derecho puro.
tiempo que nos hizo duro,
el pecho y la convicción.
Un país que no conoce su historia tiende a repetir los mismos errores y fracasar a niveles más profundos como nación. Entre más textos y debates se produzcan sobre lo acontecido en el pasado, tendremos una sociedad mejor informada para tomar decisiones sobre su futuro.  Que los estudiantes, niños, así como los jóvenes puedan crecer y avanzar con pasos firmes es un compromiso que debe asumir toda la sociedad panameña, escritores de LIJ incluidos.  En la medida en que los adultos estemos más involucrados en construir una sociedad panameña más funcional, decidida a tomar el futuro en sus manos, los jóvenes podrán seguir este rumbo.

Referencias
1. Delgado, Irene de y Sánchez, Telsy ( 2016). Te cuento una Historia. Panamá. Editorial APLIJ.
2. Sucesos del 9 de enero de 1964. La historia de la lucha por la soberanía nacional (Online= http://panamapoesia.com/patriota.htm#9enero ( acceso 21-1-2018).


domingo, 29 de octubre de 2017

LA BRUJA EN LA TRADICION ORAL PANAMEÑA


Dra. Leda Abril Moreno, Vicepresidenta de la Academia Panameña de LIJ


Al Anochecer

Luna dame tu quietud
Para así querer dormir.

Bruja dame tu nariz
Para así saber volar.


Madre dame tu piedad
Para así poder soñar.
(Leda Moreno, La Ciudad de las Letras, 2010)












¿Hay un lugar para las brujas en la literatura infantil panameña?
La bruja, en la literatura arquetípica representa el lado negativo de la gran madre. la dadora de vida. Saiz Galdós (SG, 2007) [1] nos muestra como los arquetipos femeninos descritos por Carl Jung permiten el estudio de las representaciones iconográficas de la mujer. Según esta teoría, la bruja cristaliza el miedo de lo masculino frente a lo desconocido que representa lo femenino. La bruja en su extremo más negativo es la hechicera, la envenenadora, la asesina, la psicópata. La literatura griega nos relata el mito de Medea hija de un rey y hechicera, mujer de Jasón a quien ayuda a robar el vellocino de oro, junto con los Argonautas. Jasón a pesar de casarse con ella, eventualmente la abandona, y este hecho hace que Medea mate a sus dos hijos.
La literatura infantil panameña, a diferencia de otros países, se encuentra matizada todavía por rasgos de "lo políticamente correcto" que no permiten la existencia de escritos específicos sobre brujas.  La bruja como elemento arquetípico siempre ha existido en la sociedad panameña, mediante la figura de la Tulivieja o Tepesa. El nombre Tulivieja [2], tiene su origen en el tule, que en las lenguas mesoamericanas se refieren a especies de juncos o bejucos. Dicho bejuco constituía en la tradición oral, una defensa contra un monstruo llamado en el mito bríbrí: Itso, un ser de inframundo, cuya historia sería una adaptación de la tradición oral española de la Llorona. La versión Ngabe-Buglé, denomina a este mismo personaje, la   Tepesa. Cuenta esta versión que un español enamoró y embarazó una indígena. Esta parió su hijo en un rio de la montaña, donde lo tiró. Entonces Dios le habló desde lo alto y la maldijo diciéndole: " Este pecado te pesara y desde ahora llorarás para pagar tu culpa”. Así quedo transformada la Tepesa en un monstruo, vagando por los ríos. En todas estas leyendas existen elementos en común: la pérdida de un hijo, la deformidad corporal pasando de una mujer bella a un monstruo, la culpa, el ataque por rabia, el odio por los hombres. Existen otras versiones populares [3]:  La primera es sobre una muchacha del interior de gran belleza que amaba un joven de su pueblo, de este amor prohibido nació un niño que ahogó al río para ocultar su falta. Dios la castiga, condenándola a buscar su hijo por la eternidad. Otra versión habla de una mujer que fue a un baile, dejando a su hijo solo. Este se perdió y ella llora buscándolo. En Panamá, hay versiones escritas de la historia: Luisita Aguilera: Tradiciones y Leyendas Panameñas,1956, 1999. La Tulivieja. Juana Oller de Mulford: Tradiciones y Cuentos Panameños 1968, 1986. La Tepesa.
En el siglo XX, en la sociedad panameña se celebraba el 31 de octubre, la fiesta de Halloween o Noche de brujas, principalmente debido a la influencia física norteamericana. Tanto niños como adultos, principalmente de la capital, se disfrazaban y acudían a fiestas, así como en algunas áreas a solicitar confites y pastillas. Las presiones religiosas y la partida de los estado-unidenses han hecho que se abandone en gran parte, esta práctica Las brujas son tildadas de seres nefastos que contaminan la psique de la juventud, suprimiendo este elemento de la LIJ panameña actual, como elemento protagonista.
¿Qué nos aportan las brujas? En su estado ideal y equilibrado, las brujas nos transmiten el elemento de magia, que también puede ser transmitido por las hadas. Nos enseñan la alquimia, la transmutación, En su estado desequilibrado, nos transmiten destrucción. La hipótesis de Medea, acuñada por el paleontólogo Peter Ward, nos muestra que Medea es la Madre Tierra y nosotros, la vida multicelular somos sus hijos, que en varias ocasiones hemos sufrido extinciones en masa [4]. En una era donde enfrentamos el cambio climático, catástrofes naturales, contaminaciones, inclusive infanticidios o abortos, la transmisión del mito de la Medea, permite impregnar el inconsciente colectivo, con la información de que la vida es frágil y que podemos enfrentar transformaciones profundas como colectivos que involucren eventos de destrucción. La transmisión de historias que contengan brujas nos permite integrar elementos de magia, importantes en una fase del desarrollo infantil y conocer mediante contraste, tanto el bien y el mal, así como las consecuencias de conductas negativas.
La tradición oral, decantada mediante siglos, permite transmitir elementos vitales para la sociedad y eliminar los innecesarios, tal como indicó Bruno Bettelheim en su libro, Psicoanálisis de los cuentos de Hadas (Bettelheim 1977) [5]. Entonces, la transmisión del mito de la Tulivieja/Tepesa todavía tiene sitio en la sociedad panameña. Permite la convivencia humana, como lo hicieron nuestros ancestros en las fogatas, permite reforzar patrones de conductas y afrontar miedos.

 

 Entre nuestros grupos indígenas, todavía se da la transmisión oral del mito de la Tepesa/ Tulivieja. La Señora Hilda Sarco es de la etnia emberá. Reside en Panamá como doméstica hace muchos años. Fue entrevistada el 15 de septiembre 2017.
La Autora: Hilda. ¿Conoces tú el cuento de la Tepesa?
Hilda Sarco: sí
La Autora: Lo conoces de Panamá o del Darién.
Hilda Sarco: Del Darién. Mi papá me lo contó de niña. Un tío mío la vio. A la Tepesa le robaron un hijo. Es una mujer alta, delgada, de cabellos largos y lo busca en los ríos.
Es más, la escuché una noche en mi casa ( Samaria, San Miguelito) a las dos de la mañana. Mi esposo me despertó y me dijo: escucha....
La Autora: ¿Y cómo sabes que es ella?
Hilda Sarco: Sé cómo llora. Hace uuuuuuu....grrrrrrr .
Detrás de mi casa hay una quebrada. Siempre busca a su hijo por los ríos. También le gusta buscar camarones. Otra vez se trepó por el techo. Los perros le ladraban.
La Autora: ¿Pero nadie la ha visto?
Hilda Sarco: A mí me dio miedo salir. Pero en el Darién mi tío una vez la vio. Mi tío camaroneaba de noche y la vio de frente. Tiene el rostro feo. En un segundo se desvaneció. Eso fue en el Rio Teteral. Yo nací más allá del Teteral, en la confluencia con el río Luca.

Conclusión

Elementos socio culturales han inhibido la escritura de cuentos, novelas y otras obras que rescaten el arquetipo de la Bruja en la LIJ panameña, sin embargo, este arquetipo ha persistido en el inconsciente colectivo mediante la transmisión del mito la Tulivieja/Tepesa. Su estudio dentro de un contexto global nos permitiría relacionarlos con aspectos importantes en nuestro contexto socio cultural como son el cambio climático, el maltrato a la infancia y el afrontar miedos.

 

 

Referencias

[1]
Saiz Galdós, Jesús, et al. (2007). De Moscovi a Jung: El arquetipo femenino y su iconografía. Athenea Digital [Acceso: 06.10.2017]
[2]
Wikipedia. La Tulivieja. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tulevieja [Acceso: 05.10.2017]
[3]
La prensa: Tuliviejas duendes y Silampas. Recuperado de:  https://www.prensa.com/Tuliviejas-duendes-silampas_0_1045395608.html

[4]
Wikipedia. The medea hypothesis [Online]. Recuperado de: https://en.wikipedia.org/wiki/Medea_hypothesis [Acceso: 06.10.2017]
[5]
Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de Hadas. Barcelona, España. Editorial Grijalbo. 1977.


domingo, 10 de septiembre de 2017

LITERATURA INFANTIL Y SALUD



 Conferencia dictada en la Feria Internacional del Libro en Panamá, Agosto 2017.
Dra. Leda Abril Moreno
Vicepresidenta APLIJ

¿Pueden conectarse dos disciplinas aparentemente disimiles: la literatura infantil y la salud? La literatura infantil y juvenil, se ocupa de los textos escritos por y para niños y jóvenes.
La salud es un proceso complejo que está definido por la OMS como un estado completo de bienestar físico, psíquico y social. Dentro de los procesos de salud/ enfermedad del niño y del joven se encuentran elementos que incluyen: el genoma, el ambiente, la espiritualidad, la psiquis, las creencias, las intervenciones terapeuticas tanto alopáticas como alternativas, muchos de estos elementos abordables a través de textos y escritos.


Por otra parte, la literatura infantil aporta elementos que se suman al caudal de resiliencia del niño frente a la enfermedad, ya sea en la infancia o la edad adulta A la obra de literatura infantil en ocasiones se le pide demasiado: se le pide elementos de valor estéticos que incluyen ilustraciones, contenidos y personajes únicos, se le pide contribución para habilidades de la vida como son: académicas, de la vida, de lectura. También se le solicita que sea útil: ayudar a los niños a dormir o a entretenerse. Una obra de adultos podrá tener simplemente estética y tener como tema el horror: como el poema El Cuervo de Edgar Allan Poe (1845), o estética, violencia de género y racismo, como el poema Incidente de Cumbia de Demetrio Korsi (1935). Una obra para adultos podrá centrarse en Temas de Auto Ayuda: Sana tu vida, de Louise Hay (Hay 1984). Sin embargo, a una obra para niños y jóvenes se le pedirá que sea todas estas cosas, que sea mágica, hermosa, dulce y entretenida como un hada. Por ejemplo, en el libro "Juan Reconoce su mundo" (Shin, Eye Hun -1989) de la Editorial Guatemalteca Piedra Santa, álbum ilustrado, logran conjugarse la discapacidad motora de Juan y la exploración de su mundo exterior en su silla de ruedas., con el conocimiento de los espacios: adelante, atrás, estrecho, abajo, en un libro bellamente ilustrado, donde la ilustración toma la palabra. Este reconocimiento de las dificultades del otro es el que nos permite ubicarnos en su situación y desarrollar la tolerancia.  El libro enseña conceptos espaciales matemáticos en una situación concreta.
Por su misma naturaleza, la literatura infantil y juvenil es capaz de conectar aquellos elementos aparentemente sin conexión, con gracia, con estética al servicio de la infancia y la juventud.
La sociedad panameña tiene ciertas características interesantes con respecto al tema: Por un lado, el Informe PISA del cual Panamá se ha retirado en los últimos años, reveló una gran deficiencia de comprensión lectora en nuestra población estudiantil. Sin embargo, entre las recomendaciones generales de este informe está que el mayor aporte a la educación se debe realizar en edades tempranas. Si el niño es sometido a educación temprana por más de un año, su comprensión lectora en el informe PISA es considerablemente mayor (OECD 2017) [1]. Adicional, a mayor literacia, mayor desempeño académico y laboral. La mayoría de los niños panameños en edad lectora se ubican en pre media. El niño panameño lector promedio según datos de UNICEF, en un 67% tiene menos de 12 años. Vive en un 58% en zonas urbanas. Esto nos ubica en una situación privilegiada, en un país tan pequeño como el nuestro, para introducir conceptos y reforzar la capacidad lectora, que permitan mejorar el estado de salud de nuestra población a largo plazo, si reforzamos en estas edades. Por otra parte, Panamá cada vez se ha tornado más violenta, basta ver los noticieros. Según datos de contraloría, sabemos que la mayoría de los niños a edades menores a 9 años enfermarán de procesos infecciosos, pero durante el resto de su escolaridad la principal causa de mortalidad y morbilidad serán los accidentes, suicidios y homicidios, agresiones y otras formas de violencia. Una vez trascendida la infancia, nuestros adultos mueren como primera causa por enfermedades de origen cardiovascular, prevenible en muchos casos por estilos de vida sana. Entonces, el refuerzo de las capacidades múltiples, incluidas las lectoras sería un aspecto importante en Panamá, con el fin de promover la disminución de la morbi mortalidad.
 


Kim Rosen en su libro Salvada por un poema, el poder transformativo de las palabras (ROSEN ,2009) [2] explica como la poesía por su contenido simbólico y pre verbal es capaz de lograr transformaciones al conectar con el paleo cerebro, donde se ubican las zonas de los recuerdos y emociones. Rosen, incita a que los lectores tengan en su repertorio memorístico una serie de poemas, los cuales podrán recitarse a si mismos, en diferentes circunstancias. La teoría Jugniana de los arquetipos, nos explica, como existen símbolos o energías primitivas inherentes a toda la humanidad a través de los cuales podemos conectarnos, ya sea en sueños o en la poesía, entre otros: lo bueno, lo malo, el viaje, lo masculino, lo femenino, la muerte-renacimiento y en el centro, el ser. Ponerse en contacto con un poema lleva al lector o al que recita con estas energías primigenias, que renuevan su psique.
El haiku 1, de la Ciudad de las Letras (Moreno2010) [3] de la autora


“Árbol sin poda Soñar,
jugar y volar/
Creer en mí.”
Evoca imágenes de todas las posibilidades e impulsa al lector en múltiples viajes, siempre lúdicos, pero lo remite a sí mismo, y refuerza su autoestima.










Aborda el tema de la violencia el poeta panameño Roberto Luzcando en la compilación iberoaméricana a dos Orillas (Luzcando, 2016) [4].

CANCIÓN LÍRICA PARA TODOS LOS NIÑOS DEL MUNDO
“Mi niño, yo prometo no golpearte
Y hacer tus travesuras mi alegría
Que son como ese pan que cada día
Nutre el corazón al encontrarte.
Pequeño, yo te juro no pegarte
Pues sólo logro herí la mano mía.
Si a veces me esfuerzo en demasía
Y dices un "te quiero" al castigarte.
Me haces más humano, mi alma crece
Si llegas y me llamas: ¡Abuelito!
Y siento de mis males redimirme
Tu llanto diminuto me enternece
Y es tu vocecita un pajarito
Que escucho por las noches al dormirme.”
El encuentro del niño con un poema abre una gama de posibilidades como la capacidad de abstracción, la memoria, la imaginación, el ritmo. La poesía está en una posición única de relacionar los niños y jóvenes con temas profundos, con lo que se intuye, pero no se puede percibir con los sentidos. También es un espacio a los temas contemporáneos, no sólo a través de la recitación de los mismos, sino al estimular lo imaginario y la creatividad mediante la producción de poemas. Aprender y recitarse un poema desde la infancia, es una de las mejores prácticas que puede hacer una persona para su bienestar psíquico y mental, sirviendo de estímulo, meta, modelo, recuerdo y sueño a través de palabras, símbolos y ritmo. Aquí reside el poder sanador de las mismas.
Bruno Bettelheim en su clásico Psicoanálisis de los cuentos de hadas (Bettelheim, 1976) explica la importancia de los cuentos de hadas en la vida de los niños y traduce sus contenidos simbólicos. Los cuentos de hadas han sobrevivido siglos, precisamente debido a su contenido simbólico. Los niños, han usado estos cuentos para equilibrar eventos, comprender situaciones y aplicarlos a su vida diaria. Por ejemplo, en Cenicienta, Bettelheim correlaciona el simbolismo del padre muerto con el padre ausente, que en nuestra época podría ser secundario a un diviorcio, las hermanastras con la rivalidad entre hermanos (aún de sangre) y la madrasta sublimizando el enojo de una hija hacia su madre: ¿Nos suena conocido por obligarnos a hacer quehaceres domésticos? Otros cuentos, como la Caperucita Roja, indican los peligros de la pubertad. Rojo indica sangre y peligro, no nos llamemos a engaño.
¿Deben o no tocarse estos temas de manera más cruda en la literatura infantil contemporánea? Recientemente en el blog Anatarambana [5], Ana Garralón, su autora, escribe un artículo en contra de este tipo de LIJ, que trata temas como el abuelo con Alzheimer, entrenamiento de esfínteres, chupete etc., pues considera que la función de la LIJ se enmarca en la literatura, la fantasía y la creación de lectores y no suplanta una buena conversación de los padres o inclusive un psicólogo. Sin embargo, creemos que esta escisión mente cuerpo espíritu, es artificial y divisionista. Puede y debe haber literatura infantil que abarque todos los aspectos de la existencia humana.
¿Quién podría decir que no hay belleza en el poema de Federico García Lorca, Romance de la Luna Luna (Lorca, 1928) donde se escribe sobre la muerte de un niño? ¿Quién dice que este tema no debe ser tratado, pues no es lúdico, y sobre todo, quien dice que no es literatura?
“La luna vino a la fragua con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido mueve la luna sus brazos y enseña, lúbrica y pura, sus senos de duro estaño.
– Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos, harían con tu corazón collares y anillos blancos.
– Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos, te encontrarán sobre el yunque con los ojillos cerrados. – Huye luna, luna, luna, que ya siento sus caballos.
– Niño déjame, no pises mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían, bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya, ¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela. El aire la está velando.”



La literatura infantil debe y puede incluirse dentro de los contextos de prevención de enfermedad y promoción de salud: estimulando hábitos de vida sana, prevención de la violencia, maltrato y abuso, estimulando el desarrollo psico social y mental de la infancia, aportando al caudal de resilencia del niño. En casos de discapacidad, enfermedad, puede servir de apoyo y orientación tanto a los mediadores, cuidadores, entorno familiar y en bibliotecaria.
La bilbioterapia, que data desde el tiempo de los egipcios, no es más que ofrecer libros a los enfermos de acuerdo con sus gustos, edad y posibilidades, con el fin que se relajen, disfruten de la lectura u observen otros con padecimientos similares que los han superado. Estimula sentimientos y pensamientos positivos, nuevos conocimientos, ayuda a liberar emociones negativas y crea contextos donde el paciente puede liberar sus emociones. En Panamá se hicieron esfuerzos en la década de 2000, con PIALI ( Programa de acercamiento a la literatura infantil) para entrenar voluntarias Hospitalarias, las Damas rosadas del Seguro Social, así como la asesoría para la compra de libros de LIJ en la Sala de Pediatría del Hospital de Especialidades Pediátricas Omar Torrijos ( HEPOTH), antiguamente en el 5piso del Complejo Hospitalario y para el Hospital del Niño, donde se inauguró una Biblioteca Infantil con el apoyo de la Fundación Ronald McDonald. Sin embargo, estas iniciativas han ido decayendo tanto como por la falta de un cuerpo de voluntarios y bibliotecarios, como por restricciones presupuestarias. La Biblioteca infantil del HEPOTH no está funcionando y los libros de literatura infantil del Hospital del Niño no son utilizados de manera regular.


En los años 90 se realizó un estudio en Estados Unidos, ACE (Adult childhood experiences) [6], experiencias de la infancia en adultos.  Se entrevistaron 17mil adultos de clase media, blancos y de alto nivel educativo, con problemas de salud, mediante un cuestionario con preguntas que incluían si habían sufrido durante su infancia: Abuso físico repetido Abuso emocional repetido, Abuso sexual, Alcoholismo o drogas en casa Familiar preso, Familiar deprimido, suicida o internado con enfermedad mental, Violencia, doméstica, Separación de los padres, Rechazo físico, Rechazo emocional. Se le dio un punto por cada respuesta positiva. El estudio, mostró que entre más puntos tenían los encuestados, aumentaban las probabilidades de enfermedades en la edad adulto. Adultos que habían sufrido 4 eventos, tenían mayor probabilidad de sufrir entre otras Artritis, Obesidad, Tabaquismo, Diabetes, Infarto al Miocardio, Derrames, Problemas visuales, embarazo en la adolescencia, o paternidad adolescente, inicio de vida sexual activa temprano. En el resto de los encuestados también había mayores probabilidades de pobre desempeño laboral, ausentismo, depresión. Se postula que la modificación en el neuro desarrollo, y en los hábitos de conductas por eventos traumáticos durante la infancia, pueden llevar a una muerte prematura en la población.
Un niño al que se le incluyen en su infancia factores de soporte social, de habilidades, de fortalezas internas, será capaz de desarrollar resilencia. Resilencia no es más que la capacidad de superar las adversidades de la vida. Aquí la literatura infantil juega un rol importante al ofrecer textos, modelos, personajes que aumenten el caudal de experiencias positivas y fortalezas que le permitan al niño y al joven volverse una persona resiliente. Libros que promueven la resilencia deben ser capaces de estimular la ayuda mutua, estimularla tolerancia mostrar personajes resuelven que problemas, mostrar modelos de responsabilidad y trabajo, modelos de reglas y estructuras, textos donde los personajes hacen amigos, establecen límites, manejan la empatía y la compasión.
En la obra de teatro SIYOFUESE, de la autora (Leda Moreno 2016) [7] es una adaptación del cuento ganador del premio Alas Abiertas, cuentos con visión de género (1998), basado  en la realidad. Aquí se narra la historia de dos niñas que venden plátanos en el semáforo, huerfanas de madre y explotadas por su padre. Narra cómo su amistad con un periquito Ornit, les induce a convertirse en unas vendedoras exitosas, para luego volver a los estudios y ayudar a su padre. Estas niñas, en la vida real fueron un modelo de resilencia pues llegaron a vender sus plátanos, vestidas de ropa de escuela secundaria. El libro participó en un proyecto de la Secretaría de Ciencia y Tecnología panameña (SENACYT) para dotar de libros a las escuelas en 2016. SIYOFUESE es un ejemplo que libros que muestran la resilencia, pues contiene elementos tales como: estimulación de la ayuda mutua, la tolerancia, personajes que resuelven problemas y que son modelo de responsabilidad, reglas, estructura y trabajo, personajes que a pesar de que establecen limites, manejan la empatía y la compasión.

3. ALGUNOS TEXTOS PANAMEÑOS SOBRE CONDICIONES DE SALUD

Para que existan niños lectores, debe existir una producción estable, accesible y cónsona con nuestra realidad. En Panamá se producen por año 30 títulos en Literatura Inantil y Juvenil. La mayor parte de nuestra producción es auto publicación. Los Premios Carlos Francisco Changmarín, Ester María Oses (UTP), Hercilia Ramos de Argote (UDELAS), han rescatado producción de gran calidad estética y técnica, con premios anuales centrados principalmente en poesía y cuento infantil, produciendo cada uno una obra por año, principalmente en los géneros de poesía y cuento. Sin embargo, en la producción contemporánea.
Existen algunas obras que tratan temas de salud, que pudieran servir como punto inicial de lectura con los niños y jóvenes. Estos textos son muy pocos,  en virtud a que existen múltiples temas de salud que pudieran tocarse: alimentación sana, prevención de violencia, contextos de enfermedad personal o familiar, entre otros.
La Revista Lotería. Desde 1940 se ha publicado con distribución gratuita. Escritores y profesionales de todas las ramas han contribuido con sus artículos. Una iniciativa editorial, permitió que, a inicios del siglo XXI, se publicaran números exclusivos de LIJ de autores contemporáneos. Puede encontrarse en línea. En estas revistas Loterías pueden ubicarse algunos textos que tratan los temas de salud: 2010 La pesadilla (Emelia Manuela Alemán): Psicología; 2011 Adiós Jacinta (Moisés Pascual): Menstruación El Cojito (Marta Jiménez de Stanziola): Discapacidad Física El príncipe Inválido (poema -Sonia Elhers de Fasani); 2012 Inés la bolita (Leda Abril Moreno): Obesidad Ricky el Grillo Sordo (Telsy Sánchez): Hipoacusia- Bullying.
 En el año 2015, en el premio MEDIO POLLITO INAC, aplicado a las escuelas, El primer lugar lo obtuvo el cuento UN CANARIO MUY SABIO, la niña Diana Plicet, San Miguelito. Un cuento sobre la correcta alimentación.
Jesús Camilo Osorio: Con el apoyo del INAC publicó el libro La PRINCESA DE CRISTAL (OSORIO 2013) [8] del cual se muestra un extracto:
"De la tribu de Cristal. CAPITULO V …los miembros de la tribu eran mucho más pequeños que los miembros de otras tribus y mucho más débiles también. No podían participar en la gran guerra puesto que si lo hacían, podrían correr el riesgo de romperse… Luna era una niña de Cristal muy especial, porque a pesar de ser pequeña, aún para la gente de Cristal.. era muy inteligente e intrépida… "
Resulta que JC Osorio y su hija Luna Osorio padecen ambos de Osteogénesis Imperfecta, que se conocen como los Niños de Cristal. Esto le permite al escritor narrar desde la perspectiva de la vivencia Personal. La discapacidad motora, según el Ministerio de Salud es la más frecuente en la población escolar (MINSA 2015) [9]. Durante el Censo de Peso y talla en las escuelas: Se identificaron seis tipos de discapacidad principales: ceguera, sordera, retraso mental, parálisis cerebral, deficiencia física y problemas mentales. De estos, prevalecieron la deficiencia física (30.1%) y la ceguera (22.0%). Según el Servicio Nacional de Discapacidad, es la Intelectual.



Telsy Sánchez:  Ricky el Grillo Sordo (2015), [10]  cuento que trata sobre el bullying en el contexto de un grillo con discapacidad auditiva.
Extracto: "Yo soy el bueno y amable Ricky, me gusta cantar, me gusta saltar, no hay nadie como Ricky. - Al instante el cangrejo se tapó los oídos con las tenazas y protestó: ¡Qué horror grillo loco, por favor canta en otro lado! Pero el grillo que era tan sordo, esto fue lo que entendió: ¡Qué honor grillo buen mozo, por favor canta donde Aldo!"
La Ciudad de las Letras, de Leda Moreno (2012) [2]. En este poemario, ganador de una mención de honor en el concurso Nacional Changmarín, está el poema Colores. Nace de su vivencia de trabajar con ciegos en la sala de radiología de un hospital, quienes como asistentes revelaban las radiografías. El poema trata de conectar al lector con sensaciones transmitidas por los colores.
COLORES
Pica el tomate naranja lima y limón
¡Sabe el color!
Hierba mojada al amanecer, café
 ¡Huele el color!
Helechos suaves mil abrazos y besos/
¡Toco colores!
El rojo pica me inunda el verde, me moja el verde, amanece negro, es suave el verde, me robo un beso.
¿Un beso? Un beso no tiene color.
También tiene otro poema en la misma obra: Carta de Amor al Chocolate, que toca el tema del sobrepeso, la alimentación compulsiva:


CARTA DE AMOR AL CHOCOLATE
Chocolate dulce
Chocolate amargo.
Mi amor más prohibido.
Cuando te derrites, Quimeras de olores Sabores risueños.
Chocolate blanco Chocolate negro.
Con nueces, con leche
De almendras, de besos.
De barra,
 De roca,
De pasas
De azúcar.
Chocolate malo
Chocolate bueno.
Primero el regusto
Y luego la culpa
Y luego la alergia. - que el peso, la grasa - que el código ético de frutas, legumbres y huertos.
Chocolate amado
Que feo si te obsequio
Qué insólita vida me hizo perseguirte.
Te busco sin rumbos Sin mapas, sin rutas. Cual pirata neci@.
Chocolate brujo
Chocolate hada
Me como tu luna
Me como tu nube
Me como tu noche Me bebo el potaje de tierra y de mimos
Me bebo tus sueños. –

En un país donde hay enfermedad, gente y literatura infantil, la literatura infantil tiene mucho que aportar a la salud de la infancia y juventud panameña. Es necesario fortalecer las bibliotecas escolares- hospitalarias- comunitarias para que se pueda ver beneficios a largo plazo. Los mediadores/voluntarios/bibliotecarios tienen un rol importante en las acciones de bibliotecaria La palabra como tal puede ejercer un efecto benéfico o de sanación en los procesos de enfermedad Existen textos de autores panameños que pueden ser utilizados como apoyo en procesos de salud y enfermedad

[1]
OECD (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) (2017). Early Learning Matters.
[2]
Kim Rosen (2009). Saved by a Poem, The transformative power of words.
[3]
Leda Moreno (2012). La Ciudad de las Letras. Panamá:
[4]
Roberto Luzcando et al. (2016). Poemas de las dos orillas. 34
[5]
Ana Garralón (2017). ¡SuperLIJ!: llega la literatura Infantil que nos salva de todo [Online]. Available at: https://anatarambana.blogspot.com/2017/08/superlij-llega-la-literatura-infantil.html?showComment=1504301439417 [Acceso:1-9-2017 ]
[6]
Felitti, Vincent J et al. Relationship of Childhood Abuse and Household Dysfunction to Many of the Leading Causes of Death in Adults
American Journal of Preventive Medicine , Volume 14 , Issue 4 , 245 - 258
[7]
Leda Moreno (2016). SIYOFUESE
[8]
Jesús Camilo Osorio Barahona (2013). La Princesa de Cristal. INAC, Panamá
[9]
Ministerio de Salud (2015). Situación de la Salud en Panamá.
[10]
Telsy Sánchez (2015). Ricky el Grillo Sordo.